jueves, 7 de febrero de 2013

'Plastic plates is coming to town and I won't be able to see the show'

La inmovilidad de este jueves me superó y mientras Plastic Plates desglosa su set en la Ex Oz, me craneo con unos tracks que, a mi parecer, merecen viajar por el octavo par de quien sufre por la curiosidad del sonido. Como mis aspiraciones como "de jota" llegan hasta el mixtape doméstico, no se las pude mezclar.

Suena 'No diggity' de Chet Faker, quien por cierto me arreglaría el 2013 si decide dar una vuelta por Chile, le doy un vistazo a unos blogs de moda y me topo con la tendencia del "sombrero" que, la verdad, mata el outfit, sobre todo si se trata de una boina con aspiraciones bohemias o el "gorrito" de alita corta al estilo de cantante de música centroamericana. Analizo, con el beat tranquilo de este compadre y discrepo con el conjunto de rayas y cuero, lo siento, algo pasa, falló el estilo y lo terminaron de matar con algo sobre la cabeza.

En la otra pista va 'Dogs' de HVOB, her voice over boys, lenta pero estable, armónica, tiene el tono necesario para repetirla una y otra vez, progresiva y cuestionable, al principio pensé que podía ser monótona, pero pierde esa condición y se gana el 'repeat', dejando unos aires de Karin Dreijer Andersson en la voz. Mientras termina.. ¡Oh! encuentro casual con un video controversial censurado por youtube, sí 'Panda' de Astro... Que me hizo pensar en el momento del casting y sólo reí.
Twitter cuenta que afuera llueve tropicalmente.. en pleno febrero con calor y humedad. (#nuncantesvisto) Un plus para los individuos que salieron con sus "gorritos" de tendencia dudosa, van a proteger sus peinados camino al 'viernes chico', nada que hacer con el mal style. Debería haber una versión de Joan Rivers portátil, que haga sonar una alarma y salga escondido el comentario que lapide el outfit.

La tercera es un remix que hizo Baio de 'Fog of war' de los Young Dreams, con ese dejo de indie y buena voz. De esos beats que dan ganas de bailar solo, dando vueltas y con los ojos cerrados, reverberante. Destacable y definitivamente se gana un 'add' al daily playlist.

Ajuste los decibeles, no se vaya a perder algún detalle, mire el que octavo es bien crítico.

viernes, 1 de febrero de 2013

Crónicas del último jueves por la noche.

Y bueno, hace como más de un mes me enteré de que los alemanes, que antes juraba que eran mexicanos, de Digitalism, vendrían a Chile. ¡Qué emoción! pensé... Hasta que recordé que no tenía conocidos a quienes les gustara, por lo que sería una odisea, como lo es para casi todos los conciertos, el encontrar al o los partners.
Bien, pasa el tiempo y voy encontrando adeptos para este espectáculo cool.. Me la jugué con la entrada y 30 km en bici después estaba pensando en qué me iba a poner este 31 de enero.
Antes de salir copuchenteo en facebook que uno de los integrantes no pudo venir, pero ya estoy camino a la conversación que antecede al baile frenético y digital. Filo, a las dos horas estoy moviendo el pelo como loca y bailando igual que Marius Solem, famoso por "Inspector Norse", canción que sonó mientras ya no contenía las ganas de bailar ahí sentada.
Grité igual que fanática de cantante cebollento que aparece en el escenario del festival de Viña cuando suena "Circles", que fue una de las mejores impresiones que este menudo europeo y su productor pudieron haber dejado para finiquitar su contrato con el público de la cúpula. Termina el espectáculo, va de fondo un pinchadiscos nacional aunque ahora prima la predisposición a salir. Pero... Momento, tuve un accidente, fuera de haberme torcido un tobillo, me encuentro con un personaje y ahora que lo recuerdo, me da un poco de "Caña moral" (#cocaví) el haber entablado conversación con él.
Después de un interesante cojeo logro llegar a mi casa, sana y salva, íntegra, pasada a pucho y vainilla, sola, con ganas de dormir y de lavarme el pelo, sin sacar de mi cabeza el beat en el que estuve inmersa las últimas horas.
En este momento el aleatorio empieza a entonar "Encore" de los artistas de anoche, que a pesar de mi juicio interferido, la falta de un integrante, la diversidad de especies presentes y mi futura cojera, me mantuvieron sin perder un segundo de este conciertito que no guardaba muchos límites con el rock.
Estuvo bueno.