domingo, 15 de septiembre de 2013

Casi me caigo.

Ayer salimos con la Fer. Después de un día que había seguido la tónica de los 9 meses que van de este 2013. Iba con una cabeza que no era la mía, que se dividía en 2 de tanto dolor y con un outfit que ni quise mirar al espejo. En efecto, mi salvadora amiga supo asesorar mi súbita falta de criterio. A pesar de haber solucionado el problema, mis piernas de lana me jugaron una mala pasada y estuve cerca de recordar la cojera que ya había superado, me salvé ¡casi me caigo metros abajo!
Mientras manejaba me deleitaba con Wild Nothing. No sabía que esperar de la noche, tenía ganas de ir a ver a los Savoir Adore que decidieron aparecer en Chile y por primera vez dejé fluir lo que quedaba de un mal día y me los perdí.
Volviendo a la bandita del dream pop, tengo que admitir que no sé porqué últimamente me ha dado con ellos. Con sus discos, en parte evolutivos, en parte estáticos, para enamorarse de más de una canción y caer en trance mientras te das cuenta que no hay nada más profundo que encontrarse con una serie de acordes que suplen lo que hace falta en ese momento. Sin ir más lejos, llevo semanas con 'Paradise', 'O Lilac' y 'Only Heather', bueno y varias más, tanto que llegué al punto de tener una de estas como el tema que me avisa que alguien más en este universo quiere comunicarse conmigo por teléfono. Dinámicas en su marco, de tonalidades precisas, infaltables en el playlist diario. Creo que no hay mucho que cuestionarle a esta banda, dentro de lo suyo se ganan un espacio considerable.

Igual yo creo que influyó un poco Beach House, me acuerdo que fueron los primeros que escuché de la misma onda. Me encantan, hacía tiempo los conocía, tuve muchas ganas de verlos en vivo después del 'Forever Still' y, la verdad, fue una sorpresa tremenda saber que iban a venir este 2013 tan quemado que llevo. Y así, se robaron la cartelera santiaguina, se robaron el escenario, se robaron al público y se robaron el premio a uno de los mejores conciertos que he visto en vivo. Sin duda un primero de septiembre que va a ser imposible remover de la masa encefálica de quienes estábamos ahí, emocionados y gritando con lo que queda de pulmones funcionales en esta capital. Cuando sonó 'The Hours' no sabía en qué parte del mundo estaba, meses repitiendo uno de los coros que encuentro más identificadores, hasta llegar al momento que puede escucharlo frente a mí. Sí, voy a decir las populares palabras que catalogan una buena presentación: Increíble, cuático, tremendo, inolvidable, etc. Pero aún así faltarían adjetivos para describir todo lo que significó.

Ya y saliendo un poco del tema, volviendo al instante actual, me queda sólo aclarar que si ven pasar al alguien tarareando 'Sunday' del Max Manie, remezclada por Klangkarussell, quizás sea yo. Por coincidencia la vine a conocer el domingo pasado y tuve que instalarla dentro de mi enlentencida lista de estos días más recientes. A mi juicio, un tema inspirador para empezar a mover la patita en forma profesional y adelantar unos pasos de baile antes de enfrentar la pista.

Me van quedando varios en el tintero, se los cuento más tarde.