sábado, 30 de noviembre de 2013

Calles de papel.

Mientras atardece, fíjate que estoy sentada a contraluz, con la rica brisa de las 19:42 que abunda estos días en Santiago. Sin duda la mejor hora para ir a dar una vuelta a donde sea para combatir el sedentarismo. Pero sentí la necesidad de comentar un par de sucesos recientes.
Y en el contexto que los ubiqué tengo de soundtrack ese indie folk electrónico, o cómo sea que denominen la mezcla, de los Crystal Fighters. Me dediqué a analizar esta semana la evolución de Star of Love hasta la madurez de Cave Rave, con una historia que surgió espontáneamente: Quién quiera que sea el protagonista del primer álbum, encuentra lo que busca en Cave Rave, esa era mi trama. Y así viví entendiendo desde 'Champion Sound' hasta 'You & I'. Siento que este indie/folk/dance traslada, mueve, es dinámico en su desglose. Con un dejo de raíces latinas bien mezcladas con electrónica sin caer en la monotonía de cada estilo por separado.
Me cautivó sí 'L.A calling', todavía no encuentro una explicación muy lógica pero su suavidad y movimiento me hace querer bailar cada vez que la escucho, cosa que le tocó ver a todo ser que paraba su auto al lado del mío, ese chiquitín blanco que sólo he bañado una vez en sus 11 meses de vida (imagínese cómo está el pobre).

Ayer pensaba que el mundo era de papel, mientras manejaba me imaginaba que las carreteras eran plegables, que la gente se podía esconder en los espacios que quedaban mal pegados. Con el fondo otorgado por Devendra Banhart, a quien tuve el agrado de ver, no una, sino dos veces esta semana y las dos fueron fantásticas. Pegada, no tengo otra descripción para el flacucho que se adueña del escenario con sus extravagantes expresiones y que logra que cada canción mundialmente conocida, tome otro tono al vivirla en la totalidad del presente. Desde 'Bad Girl' a 'Rats' pasando por las movidas como 'Carmensita', todo alineado en perfección, sí, perfección a pesar de lo que muchos puedan opinar, pero creo que esta extravagancia y delirio consentido le da lo necesario para ubicarlo por sobre un simple concierto.

Termina el guaguaguagua de Devendra mientras miro mi muñeca izquierda con dolor, si bueno, tuvimos una actividad extra programática y nos fuimos a subir el cerro. El problema es que la bajada fue cruenta, dolorosa ¡Destaco que no incluyó fracturas! Ese día el warm up estuvo a cargo de Cut Copy. A quienes también vi esta semana… ¡Dos veces! Qué agradecida estoy, la verdad es que si en algún momento me gustaron mucho, ahora forman parte de los favoritos. No paré de saltar, no paré de bailar, no paré de cantar, resumiendo: No estuvo bueno, estuvo increíble. ¡Me tuvo cantándole a todo el mundo 'Hearts on fire' por lo menos los 3 días siguientes! Además, el baile de Dan Whitford constituye una de las mejores puestas en escena que he presenciado, me salva de parecer una alienígena bailando entre la gente cuando empezaban a entonar 'Where I'm going'¡Que grande Dan!
Si puede véalos, no se va a arrepentir.

Sigue cayendo el sol y se hace más fría la brisa, es como estar en la playa. Podríamos hacer un mar para Santiago, sin duda una de mis propuestas para cuando sea presidente. O mejor, nos vamos de esta ciudad…
Como dice Banhart, Devendra en 'Cristobal': "Hay un mundo más allá, otro mundo más allá".
Tenía más de que comentar pero los deberes humanos de no permanecer más tiempo sentada perdiéndome cómo el tiempo se come lentamente el día, me llaman.
Un gusto.