domingo, 8 de junio de 2014

Anger Management

Últimamente he sido un energúmeno. La persona más idiota del planeta. La persona que más odia a las personas.
Es como si de repente todo me molestara, cuando me hablan, cuando me miran con cara de que tengo que hacer algo, cuando no quiero comer y lo hago porque si no piensan que tienes un trastorno alimenticio, cuando me canso, cuando no puedo salir a correr porque está lloviendo y se me mojan las zapatillas, cuando no funciona el wifi, cuando pasan muchas cosas.
Es algo que se ha ido ganando un puesto importante en el día a día. Tanto que las cosas ya no son tan interesantes como antes.
Salir ya no es un enigma, es una lata porque hace frío, porque cada vez me extraño más de la gente que está al rededor. El otro día fuimos a un "evento" y así súper en serio, mis únicos comentarios fueron "¿Qué le pasa a la gente? ¿Qué chucha está usando ella? Ah no esto es demasiado, me voy" Y me fui. Me fui idiota, como siempre.
Antes era cool, era interesante, era algo distinto. Ahora no sé que es. Bueno y así con un millón de cosas, quizás perdí el amor que le tenía a las cosas que pasan en Santiago. Sinceramente, prefiero tener tiempo para dormir la siesta antes de andar corriendo para tomar el metro.
Me voy a ir de la ciudad.
En esos viajes que estuve haciendo hace un rato, escuché seguido lo poco que hay de Seoul dando vuelta en el mundo de la música digital. No he averiguado si hay más material, pero lo que tienen es bastante bueno, por lo menos para mi.

Que personalizado el comentario. Y en realidad es algo que da exactamente lo mismo, al final todos quieren imponer sus tendencias haciendo pensar a la masa que son cool, perfectos y que no comen chocolate porque engorda. Fome.
Más fome es estar aquí, dependiente del scaldasonno, leyendo cosas que me interesan pero que no me pueden entretener por más de 5 minutos. Y ¿Qué pasa ahi? Típico, me termino metiendo a cualquier blog o a Soundcloud escuchando alguna de las infinitas bandas que el mundo tiene para ofrecer.
Entre esas vueltas me di en la cabeza con Cymbals Eat Guitars y el hit que le ha gustado a todos 'Jackson'. Lo he visto en más de un lugar. Es interesante, sé que me recuerda algo pero no sé qué. Siento que hace tiempo no escuchaba algo así, como medio indie rock emo whatever. Creo que es necesario darle más de una vuelta.

Me indicaron ir a terapia. Me carga la idea. Llevo meses sin querer programar una sesión. Recibiendo una indicación intensa de lo que necesitaba otra vez.
Igual lo sigo pensando. Me rebota el tema de que no sé a quien voy a terminar contándole las cosas que pienso y de mi odio al mundo, o a mi misma o no sé a qué o quién. O quizás no tanto, quizás todas esas ideas son inofensivas.
Pero habrá que ver, en una de esas me ayuda a superar esta especie de intolerancia que me baja cuando me tengo que acercar a un grupo grande de seres, o esa incapacidad brígida de no soportar que me hagan más de 5 preguntas seguidas. Oh que mala idea, a la tercera ya siento hervir la cabeza, a la quinta no sigo respondiendo para evitar el 'mal rato'. Menos mal no soy de esa especie a la que le hacen entrevistas…
Bueno y después de tanto blah blah y cosas que le importan a nadie. Me acordé de otra canción que se quedó dando vueltas hace unas semanas. Una de Ben Gibbard, del más seco de los secos, del que me duele en el alma que haya terminado con The Postal Service pero me deja en paz sabiendo que queda para rato de él, ah y de Death Cab for Cutie también. Se escapa un poco de la temática, pero qué puedo hacer… Es un seco.

Ya, suficiente.

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