sábado, 13 de diciembre de 2014

Diciembre y el sobreanálisis

Hay una infinidad de cosas que se te van a olvidar.
Hay un montón de gente de la que no te vas a acordar.
Un montón de canciones que en 30 años más van a sonar como si nunca las hubieras escuchado.
Vas a atribuir sentidos a algo que antes era fijo.
Va a pasar un tiempo antes de que te des cuentas de que han pasado los años.
Que esos años no han sido en vano, al igual que las arrugas y las ojeras que quieres esconder con tanto maquillaje.
Ansiedad.
De repente ya no es la época del año, es ese momento en la vida donde todas las preguntas que parecían triviales pasan a ser indispensables.
¿Y qué va a pasar?
Un poco de nostalgia, pena, no sé. Esta semana ha tenido de todo. Es como que te sientas a pensar y te das cuentas de que todo lo que "tienes" es nada. Nada de verdad.
Y en este contexto me apareció una canción con la que tenía caracterizada un época de manera muy clara. Entre todo lo que te puede recordar y provocar al mismo tiempo, se me mezclaron un montón de ideas y ex - sentimientos. Esos que te hacían pensar en las cosas infinitas y desinteresadas, esas cosas que no importaba donde ni cuando estuvieras, iban a pasar sin siquiera mover un dedo.
Me acuerdo que escribí parte de esta canción en una de esas cartas que sabía se iban a quedar en algún cajón lleno de telarañas y situaciones raras.
No importa cuantos años, meses, milenios o siglos pasen. Va a ser lo mismo. Hay algo en la vida de las personas que las marca para siempre, que por muchas buenas intenciones de obviarlas y empezar de cero un millón de veces, ese millón de veces va a volver a aparecer.
No tengo mucho que agregar al seco de Iron & Wine. Re - escuchar 'The trapeze swinger' me reafirmó una cantidad estúpida de ideas que pensaba inválidas.
A vision too removed to mention

Después en todo este conflicto existencialista, me di cuenta del desfase entre lo que quiero y lo que es. Muchas veces me cae la teja de lo equivocada que estoy, para después escuchar el cásico "Pero Amelia, no te pongas grave". ¿Qué es todo sin la gravedad en todos sus sentidos? ¿Qué es?
Todo está muy cerca de cambiar o quizás ya cambió y yo sigo pegada en la misma extraña sensación de que algo está fuera de lugar, muy lejos de su lugar.
Hay cosas que cuando pasan, no pasan hasta que uno no termina de convencerse.
Fui a dar con un duo americano del diez: Chris & Thomas. Sí bueno, mis inclinaciones por el subgénero del folk son bastante evidentes. Uno encuentra lo que le falta en una parte de las canciones que siente que son especiales o que algo tienen que decir de la vida de uno mismo.
Escuché 'Horse in the sky'. La escuché tantas veces hasta hacer el análisis inconsciente de que era una de esas que no iba a poder dejar de repetir. Siendo súper honesta, todo lo que he escuchado de ellos me ha gustado, me faltaban esos acordes entre tanta música vacía.

Hay cosas que no cambian.
Las manos se me volvieron a romper.
Hay cosas que no dependen de eso a lo que le atribuiste en un momento crucial de la existencia.
Hay cosas que son porque tienen que ser y porque no también.
Un tiempo largo hacía que no me daba por darle tantas vueltas a algún asunto sin importancia. Había estado muy preocupada en pensar acerca de cosas socialmente útiles.
Vuelvo a Chris & Thomas para dejar de dar la lata.
'Take these thoughts'

Me di una vuelta, además, por lo que no conocía de Horse Feathers. Y otra vez, recayendo en mi vicio folk. Me gustaron.
Quiero dejarme un poco más clara la película y aprender a hacerme la idea de que hay cosas que no van a crecer, que no van a cambiar. Que de repente tengo que replantearme todo eso que estoy dando por sentado. Tanto interés en encontrar algo dentro de lo cotidiano que nos rompa los esquemas. Todo eso está afuera, lejos de la zona segura y de esas instancias en donde lo que no se habla gana y se apega a la quietud. Hay que saber discutirle a la paciencia de creer que está todo bien porque es correcto. No todo lo correcto está bien.