Resulta que me fui de viaje, algo de lo que quiero hablar después, con más tiempo.
Pero, más allá de vacaciones fueron un par de encuentros, uno conmigo y el otro con el azar.
Algo extraño e impensable que a personas como a mi, no le pasan.
Algo extraño e impensable que a personas como a mi, no le pasan.
Recuerdo lo tranquila que podía estar, dentro de todos los contra que tuve, me topé con una sensación de quietud en el todo, sensación que ciertamente no fui a buscar. Fue como salir a la calle y por esas cosas de la vida te topas con Bob Marley. Te enfrentas a lo que no habías escuchado que necesitabas durante todo el tiempo que llevas frente a requerimientos sociales, personales, creativos, de espacio, etc.
Fue un click.
Muy extraño.
No lo reconocí hasta días después de aterrizar en Santiago, cuando me di cuenta que podríamos haber aplazado el viaje algunas horas y haber compartido un poco más en esa comodidad nueva, distinta... Lejana.
Hoy es una utopía. Hoy es la distancia lo que la define. Y yo sigo en ese ondulante pensamiento, hasta que cada segundo de la locura cometida de esta sociedad se devore los miles de kilómetros que nos separan de la otra realidad.
Si bien el año pasado fue algo introspectivo, en lo que va de 2014 he pensado en profundizar ese arte de saber cómo y cuándo mirar hacia adentro y de contemplar cuando de verdad haya que hacerlo.. Y no dejar pasar la vida porque no sepa que es ella.
Y como hoy se hicieron presente las Warpaint con su último muy buen álbum, me quedé bien pegada con 'Love is to die', así como para darle más dramatismo a la cosa y quizás soltar una que otra lágrima nostálgica, asociado a todos los acontecimientos que masivamente he presenciado en las últimas 30 horas de vida hospitalaria.
Seguiría explayándome en esta explicación pseudo espiritual a tanto pensamiento entremezclado, pero me dio sueño.
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